SAN ANTÓN
A los veinte años quedó huérfano de padre y madre, y al entrar a una iglesia oyó leer aquellas palabras de Jesús: "Si quieres ser perfecto, vende lo que tienes, y dalo a los pobres". Se fue entonces y vendió las 300 fanegadas de buenas tierras que sus padres le habían dejado en herencia, y repartió el dinero a los necesitados. Lo mismo hizo con sus casas y mobiliarios. Sólo dejó una pequeña cantidad para vivir él y su hermana
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